Las hierbas suecas son consideradas como el mejor remedio para recuperar y mantener la salud. Despiertan el espíritu y devuelven las fuerzas vitales. 

Al tomarlas cada día por la mañana y por la noche, el elíxir de amargo sueco fortalece todo el organismo, limpia la sangre y activa la circulación; también quita el temblor de las manos, conserva el cuerpo elástico y el rostro juvenil.

MODO DE EMPLEO

USO INTERNO.- Las hierbas suecas siempre deben tomarse diluidas en agua. Una cucharada en media taza de agua tibia preparada de la siguiente manera: Una cucharada se disuelve en media taza de infusión o agua tibia y se toma la mitad antes y la otra mitad después de la comida. En caso de enfermedades severas se toman de 2 a 3 cucharadas diarias.

USO EXTERNO.- Para aplicar las compresas, se toma un pedazo de algodón, tela o gasa, se empapa con las hierbas suecas y se aplica en la parte enferma del cuerpo, previamente untada con un poco de vaselina para evitar irritación de la piel. Encima se coloca un plástico para no manchar la ropa y se cubre todo con un paño o se venda. Se deja actuar según la enfermedad de 2 a 4 horas. Si el enfermo lo soporta, se puede dejar toda la noche. Después de quitar la compresa se empolva la piel. Para personas con piel delicada o alérgica se disminuye el tiempo de aplicación y no se debe utilizar el plástico, solo ponerse un paño. Si se presentaran erupciones o ardores, tratar con vaselina.

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